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Poemas Sobre Bellas Mariposas
Poemas Sobre Bellas Mariposas
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Poemas Sobre Bellas Mariposas

Y cuando le preguntaban
cómo había aprendido
él siempre les explicaba
que su amiga había sido.
Una linda mariposa
que a su lado se posó
una mañana temprano
que el viento la arrastró.
La que le había enseñado
ese bonito cantar
y para no olvidarlo
siempre lo va a ensayar.
AMOR

4. EN EL CAMPO ALLÍ CON OTRAS

En un campo allí con otras
la mariposa volaba
pero era diferente
tristeza se le notaba.
―¿Qué te pasa mariposa?
―la mariquita decía.
Ella callaba y callaba
y nada respondería.
La mariquita intrigada
volvía a preguntar
a su amiga le pasaba
algo y no lo quiere contar.
―¡Mariposita confía
sólo te quiero ayudar!
―la mariquita decía
cuando la veía acercar.
La mariposa posada
en la rosa se quedó
pero no decía nada
muy callada la miró.
Su amiga la mariquita
insistía e insistía
―¡Anda, cuéntame qué pasa!
―una y más veces decía.
―Nada, no me pasa nada
―esa respuesta escuchaba
pero ella que no es tonta
así no se conformaba.
―Sé que no quieres decirlo
pero no me engañarás
te conozco desde chica
¡Quiero saber la verdad!
―Es cierto que me conoces
si me quieres ayudar
¡Déjame estar solita
aquí en este lugar!
―¿Tú sola?, he escuchado
¿Cómo te voy a dejar?
eso nunca te ha gustado
¡Te quiero acompañar!
La mariquita a su lado
en la rosa se posó
pero como pesa tanto
la hojita se movió.
Casi se caen las dos
y qué risa les ha entrado
volando salen de allí
riendo han continuado.
La pena que antes tenía
parece que se le ha pasado
la mariquita al fin
a su amiga ha ayudado.
La tristeza sabe ella
cómo se puede curar
haciéndole compañía
y también reír lograr.
AMOR

5. DESDE CHICA LE HA GUSTADO

Desde chica le ha gustado
estar siempre en soledad
compañía nunca quiere
prefiere sola estar.
Una linda mariposa
por el campo va volando
ve a lo lejos una rosa
y en ella se está parando.
―¿Dónde vas mariposita?
―la rosa le preguntaba.
―A hacerte una visita
―ella así le contestaba.
―¿Y dónde están tus amigas?
―la rosa le preguntó―,
porque veo que vienes sola
y eso me extrañó.
―¿Amigas?, no tengo amigas
―la mariposa decía―,
vuelo por todos los campos
así sola todo el día.
―Eso será aburrido
―la rosita contestaba―,
quédate aquí conmigo
―y la otra lo pensaba.