El Ocultismo es una amenaza globalizada. Es un mal que los creyentes debemos levantarnos a combatir rápidamente. Esto es necesario y muy urgente debido a la amenaza que plantea frente a la propagación del Evangelio. Es la amenaza más tremenda al establecimiento del reino de Dios sobre la tierra. Desafortunadamente hoy, estas prácticas ocultistas ya están metiéndose silenciosamente en la iglesia. Recientemente le pregunté a un joven cristiano, nacido en una iglesia Pentecostal, quiénes eran sus mentores. Y me dejó helado cuando mencionó a algunos miembros de una secta, de mala reputación. ¿Por qué? Simplemente porque tienen dinero y se conectan con la gente del gobierno.
Mi corazón sangró. Esto es simplemente una muestra del hasta dónde ha logrado llegar el diablo en lo que respecta a engañar a nuestros jóvenes. Estoy tan preocupado por la próxima generación de la iglesia. Y ¿qué estamos haciendo al respecto? ¡Nada! Estamos simplemente ocupados con encuentros de scouts y las competencias, mientras que el reino de Satanás se está consolidando en todos los sectores de la sociedad.
Sí, el deseo desmedido del hombre, de poder, dinero y fama, lo ha hecho vulnerable a este flagelo satánico. Hay personas que pueden llegar a cualquier extremo para lograr ser ricos. Hay otros que están locos por el poder-poder político, poder espiritual, poder para controlar y hasta dañar a otros. A su vez, otros quieren ser conocidos por todas partes; quieren fama. Debido a estas causas, se han vendido al demonio al participar en actividades demoníacas. Han reverenciado a Satanás a cambio de estas posesiones mundanas temporales. Se negaron a aprender de nuestro SEÑOR y Maestro, Jesucristo.
En el desierto, el demonio le prometió de todo a Él, inclusive todos los reinos del mundo, si Jesús simplemente lo reverenciara. Pero Jesús inmediatamente le contestó y le recordó que era (es) solamente Dios Todopoderoso quien merece nuestra adoración. Jesús sabía lo que Él tenía como Hijo de Dios era mayor que cualquier cosa que el demonio pudiera ofrecerle. Todo lo que el demonio ofrece es corrupto, efímero y es a cambio de nuestra alma. La Biblia dice que aquellos que van detrás de las riquezas y los placeres mundanos siempre dañarán sus almas. ¡Es verdad!
¿Por qué está Dios en contra del Ocultismo? Esto es porque el ocultismo es malo. Se origina en Satanás, el archienemigo de Dios. Y sus prácticas violan totalmente las leyes de Dios. Las actividades comunes que se encuentran en las ciencias ocultas son: idolatría, sacrificios de sangre y humanos, perversión sexual, engaño, adivinación, brujería y ocultamiento. Y todas ellas son detestables para Dios. Es por eso que Él las odia enérgicamente. Analicémoslas una por una en la siguiente sección.
LA IDOLATRÍA
Segunda Parte
La Idolatría
Toda forma de ocultismo y falsa religión es idolatría. Y a Dios le disgusta mucho esto. De hecho, Él advirtió a los hijos de Israel que esa era la razón principal por la cual desterró a los ocupantes originales de la tierra prometida-Canaán. Para demostrar cuán detestable es esto para Dios, en el libro del Éxodo capítulo 20, fue el primer ítem de los mandamientos que Él dio a los israelitas (y por extensión a toda la humanidad):
“Luego Dios instruyó al pueblo de esta manera: “Yo soy el SEÑOR tu Dios, quien te rescató de la esclavitud de Egipto. No adorarás a otros dioses fuera de mí.”
“No te fabricarás ídolos de ninguna clase, ya sea con forma de pájaros, ni de animales, ni de peces. Nunca les rendirás culto ni te postrarás frente a ellos, porque Yo, el SEÑOR tu Dios, soy un Dios celoso, que no comparte tu afecto con ningún otro dios.
Éxodo 20, 1 – 5.
Y la versión King James expresa el versículo 4 de esta manera: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.”
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