―Amigo ―le dice el perro―,
te he venido a ayudar
dime cuál es tú problema
que te lo voy a quitar.
El gatito con el susto
no podía ni hablar
el perro se ha enfadado
no le quiere contestar.
―Gatito―le dice el perro―,
tu amigo quiero ser
pero si tú no me hablas
no sé qué vamos a hacer.
El gatito despacito
se ha puesto a hablar
y le dice ―Hay perrito
¿Me quisieras ayudar?
―Dime ―le dice el perro―,
tu problema no le sé
primero me cuentas todo
y después te ayudaré.
―En un barco viajaba
y no sé qué ha pasado
recorriendo estas calles
de pronto me he encontrado.
El perro inteligente
enseguida encontró
el problema del gatito
y así lo resolvió.
―Vente conmigo ahora
y tu barco buscaré
y cuando me digas éste
hasta él te subiré.
Los dos deprisa se marchan
hasta el mar han llegado
allí cerca de las rocas
ven al barco destrozado.
La tormenta de la noche
a tierra le arrastró
nadie hay por ningún lado
solo al mar se le escuchó.
El perro le dice al gato
―Tú barco ya encontré
pero como no hay nadie
desde hoy te cuidaré.
»Vente conmigo a mi casa
yo te daré de comer
te enseñaré muchas cosas
y nunca te dejaré.
Desde entonces en Malta
por las calles les verán