De hecho, el agua siempre ha sido acertadamente descrito como el fluido necesario para la vida, y es por esto que la Biblia dice lo siguiente en Apocalipsis 22:17:
«Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde».
Otro ámbito en el que el agua juega un papel importante es el ámbito de la redención. De hecho, el agua es esencial si uno pretende acceder al reino de Dios, como queda claramente expuesto en Juan 3:5, que dice así:
«Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios».
Además, el agua también es fundamental tanto para la salud divina como para la curación del enfermo.
Recuerda, solo aquellos que tienen acceso al misterio de Dios disfrutarán del reino de la divina salud.
En Salmos 23:2-3, la Biblia dice:
«En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará.Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre».
Por otro lado, Naamán, quien no tenía acceso al misterio de Dios, se sintió molesto en un principio cuando Eliseo le pidió ir a lavarse siete veces en el río Jordán para ver su lepra sanada por Dios. Naamán obedeció a Eliseo y fue curado de su lepra.
«El entonces descendió, y zambullóse siete veces en el Jordán, conforme á la palabra del varón de Dios: y su carne se volvió como la carne de un niño, y fué limpio». 2 Reyes 5:14.
Cuando el misterio de Dios le es revelado a ciertas personas, estas brillan.
Naamán brilla al serle revelado el misterio de Dios.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el hombre no tendrá acceso al misterio de Dios siempre y cuando albergue amargura, queja y resentimiento en su interior.
Cuando se te presente un problema, primero sé consciente de la voluntad de Dios, a la que Él le ha encomendado tu socorro.
Cuando se te presente un problema bajo la forma de enfermedad o sufrimiento, busca alivio en la voluntad de Dios hasta que tu fe surja.
Recuerda, el conocimiento es lo que hace la victoria real. No puedes deambular por el mundo sin fuerzas.
Cualquier persona carente de fuerzas en la Tierra incurre en desgracia, pues es carne de cañón para el mal.
En Proverbios 23:7a, la Biblia dice: «Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él».
Por ende, lo que tienes dentro es resultado de ti mismo. Como cristiano, tus acciones siempre se verán expuestas.
Hermano, sé consciente de lo que haces. Apóyate en la confesión y en tus pensamientos y acciones para conseguir lo que anhelas.
En este libro, recurriremos al misterio del agua para procurarnos una sanación sobrenatural.
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