Como Superar La Crisis De Los ”Enta”: Renuncien A Todo Y Recuperen Sus Vidas.

Cómo superar la crisis de los “enta”?: Renuncien a todo y recuperen sus vidas

Premisa

Hoy en día, las mujeres que han tocado los fatídicos “enta” parecen, a menudo, más seguras respecto a las más jóvenes para algunos aspectos (como la carrera y relaciones interpersonales) pero, básicamente, persiste, un miedo común: envejecer. Alguna tiene el terror del envejecimiento del cuerpo, alguna otra teme más a la senescencia de la mente. Estas ansias por el envejecimiento, a menudo pueden repercutir sobre la capacidad de lidiar con la familia, afectos y trabajo. Pero, incluso más grave, es cuando, mirando hacia atrás, nos damos cuenta de que se está viviendo la vida de otra persona, a menudo diferente y poco parecida a la que habíamos soñado.

En algún momento de nuestra vida sucede que, haciendo un balance de nuestra propia existencia, analizamos nuestro camino de vida, pero al mismo tiempo, esperamos y nos damos cuenta de cuán cerca está la “vejez”.

Los hijos, ya adultos, nos necesitan menos.

A menudo nos damos cuenta de que los años han pasado y que todavía tendríamos mucho que lograr en nuestras vidas, lamentando lo que no podemos tener o hacer.

Quizás tenemos la sensación que en el curso de nuestras vidas no hicimos las evaluaciones adecuadas en el campo laboral, en el estudio o a nivel personal, aunque a estas alturas, ya no es posible recuperar y arreglamos cuentas con las consecuencias de nuestros errores.

Incluso la crisis que caracteriza el actual momento histórico a nivel mundial puede generar aún más inseguridades? Es probable, pero no todo está perdido: es posible cambiar y renunciar a nuestra vida monótona para construir una nueva y más interesante.

Yo lo hice. Quieren saber cómo? Lean éste “manual” y lo descubrirán.

I. Introducción

Éste manual contiene la historia de un renacimiento, madurada y realizada después de un período, para mí, verdaderamente muy difícil en el cual mi vida, aparentemente regular y tranquila, se ha visto sacudida por algunos acontecimientos incómodos: en el trabajo no todo iba bien, en la familia cualquier problema y la salud (mejor hi hablemos del tema)... Es como si hubiera presenciado el final de mis sueños y mis esperanzas, pero sólo un momento después vi salir nuevas pasiones y florecer mi nueva vida.

Si están leyendo éste libro, ustedes también están experimentando un profundo malestar, descontento por la vida que están llevando (como le sucedió a una servidora hace unos años). Probablemente siempre han sido soñadoras, con muchas ideas y deseos por realizar, pero llegaron a la línea de los "enta", hicieron un examen de conciencia y se han dado cuenta de que no todo salió como querían.

Para superar estos momentos difíciles que puedan surgir en el camino de nuestra existencia, les aconsejo a todas ustedes a nunca rendirse, a vivir a la ligera: después de todo, “mientras hay vida hay esperanza”...

Antes de adentrarnos en la lectura de las próximas páginas, quería presentarme hablando brevemente de mis sueños de la infancia y adolescencia antes de darme cuenta, como ustedes, de que algo había salido mal...

II. Me presento

Desde niña, normalmente, molestaba a mi madre en sus quehaceres domésticos, pidiéndole con insistencia conseguirme un libro que definía particular, porque es rico en aventuras y misterios.

Ella, a menudo, mirándome con sus ojos incrédulos intentaba contentarme escogiendo cualquier libro de nuestra biblioteca. Pero, después de haber dado un vistazo rápido a los libros “pescados” al azar, me dije a mí misma: “No nos conocemos! Es tan difícil que alguien me entienda? ".

Así que seguí insistiendo en la búsqueda del libro lleno de misterios y aventuras que pudiera explicarme la esencia de las cosas... pero me sentía cada vez más irascible y, mi madre, por desgracia, cada vez más preocupada.

La cacería del libro perfecto continuaba tan asiduamente que amaba esperar, a menudo, frente a las vidrieras de las librerías mirando, ávidamente, su investigación.

Un día mis ojos se fijaron en la ventana de un viejo negocio: tenía muchas luces y bellos libros coloridos, apilados uno sobre otro que parecía esperaran por mí y mis ganas de aventura.

Una vez adentro, mi atención fue secuestrada por un libro que tenía una cubierta de cartón áspero, con un título atractivo "Veinte mil leguas de viaje submarino", escrito por un tal escritor (Julio Verne).

Sin saber nada de la novela, me enamoré de inmediato y salí triunfante dirigiéndome a casa con mi nueva adquisición bajo el brazo.

Cuáles aventuras nacerían del viaje en un fantástico submarino?

Me acomodó en el suelo, en un escalón de la escalera que conduce al desván de mi casa.

Mis ojos se movían con avidez sobre las líneas de la novela y, en pocas páginas, me encontré con el Capitán Nemo, un hombre misterioso que había construido y comandaba, en secreto, el submarino experimental Nautilus.

El capitán Nemo era un hombre brillante, pero al mismo tiempo, oscuro y misterioso, que afirmaba haber renunciado a la sociedad de los hombres y cortado cualquier vínculo con la tierra firme: solitario, bueno en lo que hacía. Inmediatamente me gustó éste personaje: ¡Realmente un buen tipo!

Él mismo, el capitán Nemo, me enseñó que en nuestra vida no sólo somos personajes implicados en quién sabe qué tipo de aventura, incluso simplísima, pero lo que debemos entender es que nosotros somos toda la historia.

Fascinada por el mar, donde navega el barco de la vida, fui capturada de inmediato por las espectaculares luces submarinas que iluminan la oscuridad de los fondos oceánicos, de los peces y corales gigantes, desde el color de los paisajes submarinos, de los ruidos atenuados. Muchos son secretos escondidos en el fondo del mar y en la profundidad del alma del capitán Nemo... me detengo, trato de entender quién soy realmente. Yo también como el capitán Nemo, desde que era pequeña, he renunciado a la banalidad de la vida y miré más allá de los límites de lo desconocido en busca de la aventura.

Durante la adolescencia mi viaje interior siempre ha estado ligado al mar: símbolo y esencia del misterio, el mar siempre ha sido para mi alma un fuerte llamado, una mezcla de miedo, temeridad y exaltación.