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Los Secretos De La Mente Y El Cuerpo
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Los Secretos De La Mente Y El Cuerpo

Los secretos de la mente y el cuerpo

Toda la verdad sobre como obtener el éxito de manera sencilla siguiendo las estrategias adecuadas

De

Oreste Maria Petrillo

y

Gianluca Pistore

Gráficos

Giuseppe di Somma

Traductora

María Acosta

ADVERTENCIA

ATENCIÓN: La lectura de este libro podría convertirte en alguien más fuerte, lleno de energía y bienestar. Te sentirás invencible: si realizas los ejercicios que contiene el manual te convertirás en alguien irresistible, escultural y estupendo. Los autores declinan toda responsabilidad en el caso de sufrir algunas molestias por parte de mujeres que no sabrán cómo resistirse a tus encantos o de los daños producidos a los hombres poco prudentes que lo intentarán con nuestras lectoras.

ADVERTENCIA: Los autores sugieren que no se compre este manual. Os producirá crisis mental haciéndoos que os sintáis más sensibles. Os producirá crisis física llevándoos a intentar alcanzar resultados extraordinarios. Os producirá crisis económica: vuestros pantalones os vendrán anchísimos, también los jerséis. En compensación las camisas tendréis que tirarlas: vuestro pecho explotará dentro de ellas. Vuestras manos se harán más grandes y duras, vuestra fe se romperá, el cinturón de los pantalones se romperá apenas estornudéis. Vuestro abdomen estará tan esculpido que vuestra mujer podría pensar que está en la cama con Schwarzenegger. No esperéis que también consigamos mejorar vuestra cara. No se nos ha concedido hacer milagros.

ADVERTENCIA 2.0: Los autores declinan cualquier responsabilidad sobre lo escrito anteriormente. Este libro no ha sido concebido como sustitutivo de un tratamiento médico ni como sustitutivo del ejercicio en el gimnasio. Si estáis enfermos, curaos; si queréis adelgazar, no penséis que lo conseguiréis sólo leyendo.

OBJETIVO DE LOS AUTORES: Venderos el libro mientras os hacemos creer que os convertirá en personas más fuertes, esculturales, llenas de bienestar y energía.

TÉCNICA DE MARKETING: Si conseguimos que obtengáis los resultados de los que os hemos hablado arriba, aconsejaréis el libro a vuestros amigos. Por lo tanto, os queremos de verdad.

OBJETIVO DEL LIBRO: Conseguir que lo cerréis para ir al gimnasio.

INTRODUCCIÓN DE SLY

El prefacio que Sylvester Stallone (no) nos ha escrito:

“Tienes demasiado músculo” de esta manera me rechazaron cuando me ofrecí para el papel de protagonista de la película que yo mismo había escrito.

Me ofrecieron una suma increíble de dinero por vender el guión y apartarme del asunto. Decían que no podría trabajar como actor, que no sería suficientemente bueno.

Resistí: Yo era Rocky.

Aquella película surgió cuando, un día, me dije “¿ por qué no tengo en consideración esta imagen de mí e intento escribir algo sobre el alma de una persona que la esconde debajo de su aspecto rudo?”

Este es Rocky, un boxeador fuerte, un luchador duro, un hombre que no desiste jamás y que posee un gran corazón, aunque se ve obligado a trabajar de matón para el crimen organizado intenta hacer algo para mejorar su vida. Rocky es una película de amor1 no una historia sencilla sobre un boxeador. Es la historia de quien no desiste, de quien lucha con la vida para alcanzar sus objetivos soñados.

Durante mi carrera cinematográfica sufrí muchas desgracias, intenté muchos tipos de entrenamientos y de dietas y a menudo esto me debilitó, consiguieron que enfermase.

Durante el entrenamiento de Rocky II, con el dos veces Mr. Olimpya Franco Columbu, tuve un desgarro pectoral que me tuvieron que intervenir con una operación que duró cuatro horas.

Volví enseguida al rodaje y el resultado es evidente: en la película cambio la guardia no para sorprender a Apollo (como digo) sino porque no conseguía todavía boxear correctamente debido a las secuelas de la operación.2

Para la película Victory mi dieta consistía en asimilar solamente 200 calorías al día, sólo alimentos proteicos y una patata, sentía que me desmayaba.

Para Rocky III comenzaba la jornada con una carrera de dos millas3, después 18 asaltos de boxeo, dos horas de pesas y saltar a la comba. Después de comer y de echar una siesta, otra carrera de dos millas.

En aquella época no había mucha información acerca de la nutrición y yo utilizaba métodos extremos para perder o ganar peso, llegué por fin al autocanibalismo.4

Seguí entrenamientos y dietas realmente malos para mi salud. Cansé mi cuerpo hasta la extenuación y no aconsejo a nadie que siga mi ejemplo. Ahora, cada día me entreno regularmente por la mañana mientras que después de comer continúo con mis negocios.

Tengo una alimentación sana y correcta. Intento seguir una dieta equilibrada y poseo un tanto por ciento de grasa de casi el 6%, cuando debo rodar una película bajo hasta el 4%. Mi record fue con Rocky IV, cuando llegué hasta el 3,7% de masa grasa.

Para mí el entrenamiento físico es sinónimo de disciplina, de orden mental y de perseverancia. Nadie puede golpear tan duro como lo hace la vida, es fuerte no quien consigue no caer sobre la lona, sino aquel que una vez caído tiene la fuerza de levantarse.

No conozco los motivos por los cuales has comprado este libro, no sé por qué quieres entrenar o ponerte a dieta. No sé si quieres coger peso o perderlo, si quieres agrandar tus músculos o definirlos, si eres un luchador o un atleta…pero, seas quien seas, ¡libérate de la bestia que tienes dentro! ¡Cuando los otros no saben hacer una cosa te dicen que no la sabes hacer tú tampoco!

Delante de la adversidad, de las vicisitudes de la vida, no importa la carga de los problemas, ¡nosotros intentaremos levantarlos! No importa cuánto peso caerá sobre nuestra cabeza, nosotros no nos arrodillaremos. Lo importante no es como golpeamos, lo importante es cómo sabes resistir los golpes, como los encajas y si acabas en la lona y tienes la fuerza suficiente para levantarte, ¡entonces serás un ganador!

Cada vez que sientas dolor, que quieras ceder, que estés a punto de desistir, recuerda la frase de mi entrenador, deberás decirte a ti mismo: “Eh…no he escuchado la campana, ¿todavía queda otro asalto?”

Buena lectura

Sly5

ANTES DE EMPEZAR

El libro que tenéis entre las manos no os dirá como adelgazar sin hacer una dieta, ni os hará perder 7 kilos en 7 días. Nuestros entrenamientos no se fundamentan en el consumo de plátanos, ni de otro tipo de fruta.

No proponemos ni siquiera un tipo de entrenamiento que no os haga sudar o que se puedan hacer cómodamente en la oficina durante el descanso.

Si estabais buscando esto, cerrad inmediatamente este libro.

Nosotros os haremos sudar, aunque sólo sea leyendo, y haremos que trabajéis duro en el gimnasio. Nuestros métodos no valen para cualquiera. Son válidos para quien es una persona determinada y para quien quiere trabajar duro, y trabajar duro no es algo muy normal. Por lo tanto, si tú estás dispuesto a sudar entonces este libro está hecho para ti.

Se podría pensar que los autores de este libro somos dos locos del gimnasio…y efectivamente es así. Viéndonos no se podría creer. No somos sobrehumanos por dos motivos: no nos dopamos y nos gusta poder utilizar cuando nos plazca el papel higiénico.

Nosotros hablamos de fuerza, de músculos grandes y proporcionados al cuerpo. Si deseas crecer de forma desmesurada podrás hacerlo con nuestras técnicas. Nosotros, simplemente, hemos elegido otro camino.

Si, en cambio, has llegado hasta aquí porque quieres perder algunos kilos con vistas al verano entonces cierra el libro: tenemos la solución apropiada para ti, pero no nos gusta tu motivación. Si, por el contrario, quieres perder algunos kilos para siempre y quieres estar bien de salud, entonces estamos contigo.

¡ALTO1

Llegados a este punto muchos te harán notar que:

ellos están gordos porque tienen un problema genético

ellos tienen una hernia en la espalda o los pelos de la nariz enquistados y no pueden entrenar

Ahora nos presentaremos.

Me llamo Oreste Maria Petrillo, nací en un barrio de mala fama, la vida me había convertido en alguien tímido e inseguro. Necesitaba poseer una coraza física y la Madre Naturaleza no fue avara al dármela: a los 11-12 años pesaba ya 90 kilos.

Si me estáis imaginando como un mini Schwarzenegger, harías mejor en imaginarme como un pequeño Chiyonofuji (el más famoso luchador de Sumo).

Quizás ha sido por este motivo que me interesé por el deporte y el culturismo. La vida me había convertido en tímido, el deporte me ha dado confianza.

Comencé a entrenarme con las pesas porque debía transformar la coraza natural hecha de grasa en una fuerte coraza hecha de músculos. Después apareció la pasión por el deporte y el conocimiento sobre el cuerpo humano con todas sus peculiaridades.

Me matriculé en la universidad de Derecho pero estudiaba más los textos de medicina, alimentación, bioquímica que los libros de Derecho (Observación: de todas maneras, me licencié y trabajo como abogado).

Aprendí cómo alimentarme para modificar mi cuerpo, cómo entrenar para conseguir la cualidad precisa que deseaba obtener, fuerza, masa o resistencia. Adquirí carácter y disciplina, tenacidad y determinación. El deporte y el conocimiento me han mejorado.

Hoy soy también un personal trainer6 que ayuda a otros a salir de su capullo y convertirse en maravillosas mariposas.

Descubrí que no existe una fuerza mayor que la fuerza de voluntad y que con el trabajo duro se puede alcanzar cualquier objetivo, independientemente del punto de partida.

Comparto mi experiencia con quien me la pide. Me gusta pensar que soy un constructor de hombres, desde el punto de vista físico y mental.

Me llamo Gianluca Pistore, mido 1,75 metros y peso 68 kilos desde hace años. Aparte de hecho de que como helados, nutella, dulces, pizzas, pizzette, pan y pasta, soy una tortuga desde los 14 años y nací con una circunferencia torácica que me habría permitido ya entonces competir.

Habría sido como aquellos chavales que en la escuela tienen unas notas altísimas sin estudiar si no hubiese sido por algunos problemillas: nací con el cordón umbilical en torno al cuello y además de estar a punto de morir me destrozaron el hombro izquierdo y un nervio.

En los primeros seis meses de vida no pude nunca mover el brazo, después, a consecuencia de una terapia muy dolorosa (que me dejó una bonita hernia) conseguí levantar el dedo medio al doctor que me había ayudado a nacer.

A los tres años y medio dos chavales me hicieron caer, me lesioné algunas vértebras cervicales y tuve que permanecer paralizado en el hospital. Después, quizás de milagro, conseguí volver a moverme.

Con seis años me inscribí a kárate.

A los 16 años mi situación física había empeorado, me aconsejaron (leer: obligado) no entrenar más.

Había crecido con el terror de dañarme, con la convicción de ser débil. Confieso que nunca había cogido a una muchacha en brazos por temor a que la espalda cediese.

Durante los entrenamientos era débil y sentía continuamente dolores en el cuello, en la espalda, en los brazos y en cualquier otra parte del cuerpo. Un día que estaba en el gimnasio, por error no me di cuenta que la prensa de piernas7 había sido cargada con más del doble del peso del máximo que podía levantar. Lo levanté como calentamiento y entonces me di cuenta que lo que tenía era un bloqueo mental, todo cambió.

Comencé a sentirme fascinado por el estudio de la mente y de cómo la mente puede modificar los resultados obtenidos en el ámbito de los negocios, deportivo y personal.

Comencé a estudiar la PNL8 con los mejores especialistas del mundo, fui al seminario de Anthony Robbins, caminé sobre carbones ardientes y me di cuenta que dentro de nosotros hay un potencial ilimitado.

Después he conocido a Oreste, creo que no he vuelto a nadie tan loco a preguntas como hice con él: ¡lo sabe todo! Comencé a entrenarme usando las fichas y las técnicas mentales para aumentar las prestaciones.

Se lo dije, analizó los resultados que habíamos obtenido y me dijo que teníamos un mensaje demasiado hermoso para no transmitirlo a los cuatro vientos.

De esta manera decidimos revelar El Secreto de la mente y del Cuerpo.

FIN

No, no nos hemos vuelto locos ni el editor ha invertido las páginas.

Queremos que este texto represente el final de tu actual modo de ser, el fin de tus lamentaciones, el fin de tus fracasos.

Hemos estudiado a fondo las potencialidades del ser humano y, aunque son infinitas, hemos encontrado el Secreto que estaba perdido desde hacía siglos. El Secreto que los campeones y las personas de éxito no te dirán jamás. El Secreto, ahora, ha sido revelado.

No intentéis buscarlo solos. Os costará mucho tiempo, dinero, paciencia y errores. Ya lo hemos hecho nosotros, aprovéchate de nuestra experiencia.

Incluso hemos puesto un precio mísero teniendo en cuenta el tiempo que hemos empleado en investigarlo y en escribirlo, ya que queremos que el Secreto se transmita al mayor número de personas posibles, esa es justo su naturaleza..

Cada día el hombre se vuelve más perezoso y se distancia de la naturaleza, lo que le impide descubrir y escuchar el Secreto. Pero, no obstante, muchas personas de successo lo han conseguido.

¿Qué es el successo?

Según la semántica es el participio pasado del verbo succedere9. Por lo tanto, cada vez que consigues aquello que te habías propuesto con anterioridad, has tenido éxito.

Hay muchas maneras para llegar a tener éxito. No pretendemos haber encontrado la mejor de ellas. Si escuchas y sigues lo que te decimos en las páginas siguientes te aseguramos que podrás llevar a término todos tus objetivos. En una palabra, te garantizamos el Éxito autentico, el que se escribe con E mayúscula.

Puedes imaginar donde quieres estar, dentro de dos años, y pensar en todas las cosas que podrías realizar, te darás cuenta que el camino fue quizás largo pero que te ha llevado justo a aquello que querías, justo a aquello en que te has convertido. Entonces mirarás hacia atrás, unirás las piezas del rompecabezas y notarás que encajan a la perfección, que siempre han encajado, sólo que eras demasiado miope como para darte cuenta.

El presente trabajo es un relato que inspira, que motiva y hace soñar: la historia de un muchacho que no encontraba su identidad y que la encontró a través de un trabajo escrupuloso de dos mentores, y un pequeño ensayo: un ensayo sobre cómo alcanzar la plena potencialidad física y mental.

Si de verdad queréis adelgazar y cambiar vuestra vida, entonces pasa la página y continúa leyendo ya que esta será la lectura más importante de tu vida.

Hazte un regalo de verdad, dite a ti mismo: “Debo conocer el Secreto, debo transmitir el Secreto, debo convertirme en el Secreto”.

Síguenos. Síguenos y no te arrepentirás.

Vuelve la página y apodérate de nuestro Secreto, nos vemos en el otro lado…

¡Por tu éxito!

Oreste e Gianluca.

“En verdad que sería nuevo y original el libro que nos hiciese amar la antigua verdad”

Vauvernagues

Prólogo

Pegado a un brillante escaparate de un gimnasio de Río había un cartel que obsesionaba a Carlos desde hacía meses: “Primer premio 80.000 dólares”

Para quien estaba acostumbrado a vivir día a día, con poco menos de 200 dólares al mes, esa cifra era un sueño. Sólo Dios sabe a cuántos pobres de las favelas de Rocinha les resultaba atractiva aquella suma de dinero.

Rocinha es un barrio de la zona sur de la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil.

Es una de las 700 favelas que conforman la ciudad de Río. Es el barrio de favelas más grande del mundo con más de 150.000 habitantes censados.

Como sucede a menudo en los barrios pobres, viven aterrorizados por la lucha entre las distintas bandas de traficantes, los Amigos dos Amigos y el Comando Vermelho, por conseguir el control del barrio.

Fue aquí donde nació y creció Carlos, siempre en la cuerda floja entre sobrevivir y morir.

Aquella cifra podría cambiar su vida.

Carlos no había visto jamás tanto dinero junto y lo necesitaba.

Era la cantidad de dinero que necesitaba para dar una patada al pasado.

Había pensado en ello constantemente, día y noche.

Finalmente había decidido pedirle ayuda, a él, al hombre legendario, aquel del que todos conocían sus hazañas y a quien nada osaba contradecir.

I

Recuerdo perfectamente aquel lunes del mes de abril. Aquí en Río hacía calor, mucho calor. Era el típico día de primavera en que las personas encontraban más placer en tumbarse en la playa que en trabajar en una oficina con el aire acondicionado. Y recuerdo también aquella llamada telefónica a mi cuartel general, en mi Cueva de los Guerreros, un lugar de encuentro para todos los amantes del levantamiento de pesas, para todos los apasionados del old style. “Buenos días, ¿hablo con Himenes, George Himenes? ¿El propietario del gimnasio Muscle and Mind”? dijo una voz débil desde el otro lado de la línea.

“Sí” respondí inmediatamente. “¿Con quién tengo el placer de hablar?”

“Me llamo Santana, Carlos Santana. Me urge hablar con usted. ¿Cuándo podría encontrarme con usted?”

“Bueno, si no tiene nada mejor que hacer puede venir ahora mismo. ¡Los guerreros del hierro10 no descansamos jamás!” afirmé con vehemencia.

Fue de esta manera que conocí a aquel extraño muchacho que provenía de las favelas. Pesaba más o menos 60 kilos empapado de agua y con una altura de un metro y ochenta y cinco.

Era el clásico ectomorfo11. Menudo, de esqueleto grácil y con una musculatura poco desarrollada. Tenía hombros estrechos y un tórax largo y plano. Tanto su peso como su perímetro torácico non concordaban con su estatura. Además eran casi tan largos sus miembros superiores como los inferiores.

Parecía estar desnutrido y atemorizado.

“Bien, querido Carlos, ¿en qué te puedo ayudar?”

“Me dijeron que usted hace milagros con las personas…”

Lo paré enseguida. “Muchacho, cuidado con lo que dices. Los milagros los hace Dios. Yo simplemente ayudo a que salga la mariposa de su capullo. Miguel Ángel esculpía la piedra para realizar sus obras, pero las obras maestras estaban ya en el interior de la piedra en bruto. Él sólo redondeaba los ángulos. Pues bien, esto es lo que hago yo”

El muchacho, titubeante, me miró con los ojos muy abiertos y añadió. “¡No me importa! Tengo que ganar el Campeonato Internacional de las Dos Américas”.

“Tranquilo, chaval, poco a poco. Ya te he dicho que no hago milagros, ¿tú quieres ganar el campeonato más importante de halterofilia americana en menos de un año y partiendo de cero?” ¡Que tipo más simpático! Quizás no se había mirado nunca en un espejo, yo ni siquiera le hubiera dado permiso para inscribirse en ell torneo de halterofilia del barrio.

“Usted no lo entiende. Necesito hacerlo. ¿Me quiere ayudar o no?” se apresuró a decir con una rabia en su mirada que yo no había visto jamás.

El primer momento de confusión se desvaneció enseguida: “Muchacho, no lo conseguirás, olvídate. Si quieres hacer deporte puedo ayudarte pero quítate de la cabeza esas tonterías.”

Me miró con los ojos llorosos: “¡Usted es un inepto! ¡No sabe nada sobre deportes! Se limita a mirar como soy ahora, no consigue imaginarme más fuerte y tampoco a ver, más allá de mi cuerpo, la rabia, la motivación y el dolor que hay dentro de mí…” Hizo un amago de decir algo más, después se volvió y comenzó a caminar con paso decidido hacia la salida.

Lo llamé “¡Muchacho! Espera un poco… ¿cuál es esa gran motivación? Venga, escuchemos… ¿Para qué te sirve ganar la más importante competición de halterofilia americana, quieres, a lo mejor, demostrar algo a tu novia?”

“No me importa ganar. ¡Necesito el premio de 80.000 dólares que está en juego para sacar a mi hermano pequeño de las calles! Hemos nacido en una familia muy pobre, como tantas otras de las favelas de Río. En nuestros barrios hay incursiones de la policía, de los Batallones de la Muerte, casi todos los días. Intento mantener a mi hermano apartado de la influencia de la banda, pero es difícil. Nuestro padre murió durante una redada policial, muerto de un tiro que iba dirigido a un narcotraficante que vivía a cincuenta metros de nosotros. Después de su muerte nuestra madre cayó en un estado de depresión fortísimo y no consigue sacar a flote a toda la familia. Nos ayudan los misioneros de San Francisco pero eso no funciona. Intento sacar algún dinero extra trabajando con un carpintero amigo de mi padre, ¡pero la paga no me permite ni siquiera inscribirme en el gimnasio! Hace unos meses mi hermano ingresó en una banda de traficantes, que está bajo el control de Ramires, uno de los mayores traficantes de droga de nuestra favela y el más despiadado.” Mientras hablaba los ojos comenzaron a iluminarse, a convertirse en transparentes, y yo entendí lo que sentía su corazón. Era la encarnación de una triste historia como muchas otras. Los puños cada vez más apretados sobre sus piernas. “Yo intento explicarle que si continúa así sólo conseguirá malograrse y perjudicarnos a nosotros que le queremos bien, pero él ignora mis sugerencias. Intenté hablar con algunos de su banda, primero me advirtieron diciéndome que no metiese las narices ¡y después una nariz rota! ” cerró los ojos al recordar las desagradables experiencias. “Quiero ganar por él y por nuestra madre… ¡Quiero llevarlos lejos de aquí! Usted es el único que puede ayudarme a alcanzar este objetivo y el único que no se ha dejado avasallar y al que los narcos respetan.”

Parecía distinto de los matones habituales que venían al gimnasio. “Muchacho, la vida no es fácil para nadie. Deberías saber que si te entreno acabarás escupiendo sangre. Serán los diez meses más duros de tu vida. Tu madre te ha dado la vida, yo te la reprogramaré. Transformo mocosos en auténticos hombres, sin tener en cuenta la edad. Te convertirás en un hombre, pero antes deberás volver a ser un niño, a llorar, a suplicar piedad y nadie te ayudará. Estarás luchando contigo mismo antes de poder combatir contra el mundo. No habrá nadie que te ayude a levantarte. Deberás hacerlo tú mismo. Deberás rehacerte y aprender a levantarte. Te enseñaré que no te debes rendir nunca ante la vida. No debes nunca bajar la guardia, no rendirte jamás, no lamentarte nunca. ¿has comprendido, chaval? ¿Serás capaz de resistir todo esto?”

“¡Empecemos!” respondió titubeante Carlos.

“Perfecto, ven mañana por la mañana muy temprano, antes de ir al trabajo, aquí en mi gimnasio hablaremos sobre el modo de proceder. Es todo por ahora”

Antes de que saliese del gimnasio le hice pararse. “Dentro de una semana conocerás a una persona especial que te podrá ser de gran ayuda. Es un entrenador de la mente”

“¿Un loquero?” añadió enseguida Carlos con aire despreciativo.

“No, peor. Ahora vete a casa y descansa. Nos vemos mañana”

Lo vi desde los ventanales del gimnasio salir con la espalda curvada, parecía que no tuviese pecho. La cabeza baja. “Habrá que trabajar duro” pensé. El primero que debería creer que sería capaz de alcanzar su objetivo tenía que ser él.