banner banner banner
El Gato Voló a la Luna
El Gato Voló a la Luna
Оценить:
 Рейтинг: 0

El Gato Voló a la Luna


Nico y Eric trazó sus dedos a lo largo del mapa, sentir la textura áspera del papel bajo su toque. Ellos se maravillaron de los nombres de las constelaciones – Orión, la Osa Mayor, Casiopea – cada uno contando una historia fascinante de los dioses y héroes de la antigüedad.

Con nueva inspiración, comenzaron a desentrañar los misterios ocultos en el mapa. Descubrieron que la posición de las estrellas cambiado a lo largo del año, la creación de una danza celestial en el cielo de la noche. Se enteró de que algunas estrellas eran más brillantes que otros, y que ciertas constelaciones sólo apareció durante temporadas específicas.

Sus mentes llenas de asombro, Nico y Eric se sentó amontonados, la planificación de sus próximos pasos. Sabían que embarcarse en esta aventura requiere una cuidadosa preparación. Necesitan entender los movimientos de los astros, las fases de la luna, y los secretos de la navegación.

Se pasaba horas en la biblioteca, hojeando libros y estudiar el cielo nocturno. Aprendieron acerca de los telescopios y de cómo podrían magnificar las estrellas lejanas, acercándolos a sus ojos. Se descubrió que los antiguos marineros usaban las estrellas como guía a la hora de explorar nuevos territorios.

Armado con el conocimiento y alimentado por sus sueños, Nico y Eric sabía que estaban listos para la aventura por delante. Ellos empacaron sus mochilas con cuadros de estrellas, un telescopio y una brújula, con ganas de poner un pie en el camino revelado por el mágico mapa.

Capítulo 5. El mapa de espacio

Con el mapa celeste en la mano y sus corazones en llegar a la luna, Nico y Eric sabía que su próximo desafío de los laicos en la construcción de un cohete lo suficientemente potente como para llevar a ellos en el espacio. Pasaron incontables horas en el patio, rodeado de herramientas, de madera, y su firme determinación de hacer su sueño una realidad.

Como medido cuidadosamente y cortar los paneles de madera, la conformación de ellos en la forma de un elegante cohete, Nico y Eric se enfrentan a su primer cósmica reto. Se necesita un motor que puede impulsar a ellos a través de la vasta extensión de espacio, empujando más allá de la gravedad de captar y a lo desconocido.

Decididos a encontrar una solución, que buscó la ayuda de un aliado inesperado – Profesor Bigotes, un viejo y sabio gato famoso por sus inventos. El profesor Bigotes vivido en un ambiente acogedor taller en las afueras de la ciudad, donde ha jugado con artilugios y artefactos de todo tipo. Él era conocido por su brillante mente y corazón, y él dio la bienvenida a Nico y Eric con una sonrisa cálida.

– Ah, jóvenes astrónomos, Profesor Bigotes, reflexionó mientras escuchaba a sus ambiciosos planes.

– La construcción de un cohete para llegar a la luna no es una hazaña pequeña, pero con determinación y el ingenio, cualquier cosa es posible.

Juntos, se adentró en el mundo de la propulsión, el estudio de los principios de empuje y de combustión. El profesor Bigotes pacientemente explicó el funcionamiento interno de motores de cohetes, encender una chispa de emoción dentro de Nico y Eric. Aprendieron acerca de los combustibles, oxidantes, y el poder de explosiones controladas que podría impulsarse hacia las estrellas.

Armados con nuevos conocimientos y una visión de su cohete despegar en el cielo de la noche, Nico, Eric, y el Profesor Bigotes se puso a trabajar. Se reunió una variedad de materiales – tubos de metal, válvulas y tanques cuidadosamente el ensamblaje de los componentes de un extraordinario motor de su misión lunar.

El taller tarareaba con la actividad, como soldado, soldado, y cerró las piezas juntas. Ellos meticulosamente elaborado el corazón de su cohete, echando su creatividad y la determinación en cada detalle. Con cada día que pasa, su cohete tomó forma, convirtiéndose en un magnífico buque listo para desafiar a la fuerza de la gravedad de la Tierra.

Como los toques finales fueron hechas, Nico y Eric se maravilló de la visión de su creación. Su cohete de madera ahora se aloja un motor potente, un testamento a su perseverancia y la guía del Profesor Bigotes. Fue un símbolo de su firme creencia en lo imposible, una representación tangible de sus sueños tomando vuelo.

Con el motor rugiendo a la vida en su imaginación, Nico y Eric sabía que su viaje había terminado. Las estrellas hizo una seña, y la luna esperaban su llegada. Su aventura cósmica en la que estaba a punto de comenzar, impulsado por el espíritu de exploración y de las maravillas de la invención.

Capítulo 6 – El Gato en el puerto espacial

El día por fin había llegado, y el sentimiento de emoción llenó el aire. Nico y Eric sueño de llegar a la luna estaba a punto de convertirse en una realidad. Era una mañana soleada, y el patio se transformó en un bullicioso centro espacial. Amigos y familiares se reunieron con sus rostros radiantes con anticipación.

Nico y Eric, vestidos con sus trajes de astronauta, estaba de pie con orgullo en la parte delantera de su casero de cohetes. El cohete, pintada de color plateado, colorido con estrellas y rayas, se pusieron en pie y resistente. Fue su obra maestra, construido con amor, la imaginación y la determinación.

Sus familias habían traído sillas y mantas, organizándolos en un semi-círculo alrededor de la plataforma de lanzamiento. Todos esperaban con impaciencia el despegue, sus ojos fijos en el cohete que llevaría a Nico y a Eric a la luna.

En la esquina del patio, un improvisado centro de control de misión se había establecido. Las mesas estaban cubiertas con los ordenadores portátiles, las pantallas de visualización de gráficos complejos y de datos. Nico, la hermana mayor, la Mia, la había tomado el cargo de control de la misión. Ella llevaba un auricular y habló por un micrófono con un serio y centrado de expresión.

– Nico, Eric, somos T-menos de una hora hasta que se despegue, Mia, anunció a través de los altavoces.

– Todos los sistemas se van, y estamos listos para la final de cheques.

Nico y Eric intercambiaron emocionado miradas y se daban un pulgar hacia arriba. Ellos sabían que había puesto su corazón y alma en este proyecto, y ahora era el momento para ver si su trabajo duro a pagar.

Sus familiares y amigos aplaudían, ofreciendo palabras de aliento y admiración. El ambiente era eléctrico, lleno de esperanza y de maravilla. Fue un día que nadie olvidará nunca.

Como la cuenta regresiva comenzó, todos contuvieron la respiración.

– Diez… nueve… ocho… la Mia voz hizo eco a través de los altavoces. Nico y Eric tomó sus posiciones en el interior del cohete, flejes de sí mismos en bien. Sus corazones se hacían con una mezcla de nerviosismo y euforia.

– Siete… seis… cinco… Mia continuó, su voz llena de emoción. La multitud se unieron en la cuenta regresiva, sus voces crecimiento más fuerte con cada número.


Вы ознакомились с фрагментом книги.
Для бесплатного чтения открыта только часть текста.
Приобретайте полный текст книги у нашего партнера:
Полная версия книги
(всего 10 форматов)