Los estudios de psicología indican que cuanto mayor sea la tolerancia a la frustración de un ser humano y más capacidad tenga para la espera en la consecución de objetivos mejor actitud tendrá a lo largo del proceso, lo cual irá acompañado de pensamientos, emociones y conductas más positivas que le permitirán conseguir los objetivos que se haya planteado y además disfrutar del proceso para conseguirlos.
La tolerancia a la frustración, como casi todo, se puede aprender y por tanto entrenar (lo veremos más ampliamente en la pieza número 4 del puzle). Lo ideal sería que nuestros padres o educadores desde pequeños hubieran ido demorando las gratificaciones ante los diferentes objetivos a conseguir a lo largo de nuestro proceso de desarrollo y educación. También es importante enseñar valores como el esfuerzo, la dedicación, la flexibilidad y la constancia para conseguir las cosas y no dar las cosas hechas sino motivar para hacerlas por uno mismo, enseñando que no siempre se consiguen los objetivos. Por otro lado también es fundamental que padres y educadores prediquen con el ejemplo, es decir, la mayor parte de las cosas que aprendemos las aprendemos por observación, si yo veo que mi padre ante una situación de estrés, donde algo no sale como se espera, se pone a gritar, se enfada y echa la culpa a otro de que algo no haya salido bien, yo que estoy en pleno proceso de aprendizaje, visualizaré este tipo de conducta, reacción y emoción por parte de mi padre y aprenderé ese tipo de reacción cuando algo en mi vida no salga como espero. Por tanto estaré transmitiendo mi frustración a las siguientes generaciones. Por ello no solo en la infancia es necesario enseñar el manejo de este tipo de situaciones que nos frustran sino también en la edad adulta. Lo primero que se debe aprender es que la vida y el mundo no son como nosotros deseamos y que no siempre conseguiremos todo aquello que nos planteemos. También es interesante aprender a diferenciar entre lo que necesito y lo que deseo y sobre todo aprender a auto-observar mis reacciones ante los acontecimientos y evaluar como son mis emociones (frustración, ira, enfado, tristeza…) cuando algo no sale como espero. Además también es importante desarrollar la capacidad de gestión emocional, ser capaces de analizar cada situación y reflexionar sobre cómo sería el modo alternativo de actuar cuando algo nos frustra.
Por otro lado como ya indicaba anteriormente, hay muchas veces que aun teniendo una gran tolerancia a la frustración, la vida nos pone más obstáculos en nuestro camino, lo cual puede ser una oportunidad para seguir aprendiendo y desarrollando nuevas estrategias y capacidades, entre ellas la Resiliencia.
El concepto de Resiliencia nace en Psicología apoyándose en el concepto resistencia que usan los arquitectos para referirse a lo fuerte o resistente que es un material de cara a soportar los avatares de las condiciones meteorológicas al construir un edificio. Por tanto en psicología ser resiliente se refiere a la capacidad de los seres humanos de adaptarse a los eventos adversos o traumáticos que nos puede ir poniendo la vida. No significa no tener emociones de dolor, tristeza o angustia ante las situaciones sino que se trata de ir desarrollando pensamientos, emociones y conductas que nos permitan adaptarnos, desarrollar mayor tolerancia ante los eventos de la vida y generar una mayor flexibilidad que nos permita hacerles frente de una manera más sana. La resiliencia no es una característica con la que se nace o no se nace, la resiliencia se aprende y se desarrolla a lo largo de nuestras vidas y en muchos casos está relacionada con la tolerancia a la frustración que acabamos de ver. Según indican los estudios sobre resiliencia un aspecto importante para desarrollarla es el sentirse querido y apoyado en los diferentes contextos en los que nos vamos relacionando y también el tener una actitud flexible, tolerante y paciente frente a los avatares de la vida. Además las personas resilientes parece que son personas reflexivas que aprenden de su pasado e identifican las estrategias que fueron útiles previamente para poder aplicarlas en otras situaciones. También estas personas no viven cada situación de cambio como un problema sino como una situación para seguir creciendo y aprendiendo, se plantean metas y objetivos realistas, aceptan los obstáculos y los valoran con una situación para conocerse más y mejor a uno mismo. Por tanto, una vez colocada la primera pieza del puzle de nuestra vida, es continuar pieza a pieza y aprendizaje tras aprendizaje que vayamos colocando las piezas del puzle para una vida resiliente.
Recordar en PIEZA-APRENDIZAJE 1
PIEZAS: PACIENCIA-ESPERA -RESILIENCIA-CONOCIMIENTO
APRENDER A PARAR
•DEDICAR UNOS MINUTOS AL DÍA A PARAR LA ACTIVIDAD
•HACER CONSCIENTE LO CONSEGUIDO DIARIAMENTE
•REFORZARNOS Y FELICITARNOS POR ELLO
•NO INSTALARNOS EN LA QUEJA ANTE LA ADVERSIDAD
•COMPARTIR CON LOS QUE QUEREMOS LO CONSEGUIDO Y LO QUE NOS PREOCUPA
•REFLEXIONAR SOBRE LO QUE NO NOS GUSTA DE NUESTRA VIDA
•BUSCAR MOTIVACIÓN PARA MODIFICARLO (PSICOLOGÍA CONDUCTUAL)
•GENERAR UNA ESTRATEGIA PARA CAMBIAR LO QUE NO NOS HACE SENTIR BIEN
•DETECTAR Y REESTRUCTURAR LOS PENSAMIENTOS IRREALES O ERRÓNEOS (PSICOLOGÍA COGNITIVA)
•GENERAR PENSAMIENTOS SALUDABLES QUE ME AYUDEN A CONFRONTARSE CON MI VIDA
•APRENDER A ESPERAR EN LA CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS
•DESARROLLAR UNA MAYOR TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN CUANDO LAS COSAS NO SALEN COMO A MI ME GUSTARÍA
•CONOCER EL CONCEPTO DE RESILIENCIA FRENTE A LA APARICIÓN DE ADVERSIDADES EN NUESTRAS VIDAS
Pieza-Aprendizaje 2:
Colocando nuestro propio puzle: el tiempo, su saber hacer, nuestra actitud ante la vida
y nuestros estilos de afrontamiento
LA VIDA ES COMO UN PUZLE AL FINAL TODO TERMINA ENCAJANDO, MIENTRAS LO ENCAJAS, DISFRUTA EL MOMENTO, RIETE DE LA CONFUSIÓN Y PIENSA QUE TODO SUCEDE POR ALGÚN MOTIVO
PIEZAS:
ACTITUD
AFRONTAMIENTO
Como en la vida, la idea de este libro es ir relatando el aprendizaje de cada capítulo siempre en relación y conexión con el anterior y que esto nos ayude a entender todo mejor y complemente el siguiente.
Por tanto la segunda idea de aprendizaje es una idea que apoya y complementa lo aprendido en el capítulo anterior. La una debe ir unida a la otra y hacen que ambos aprendizajes aporten un todo que en mi caso fue una de las ideas claves para aportarme paz y tranquilidad a la hora de afrontar los acontecimientos de la vida así como seguir avanzando y creciendo personal y profesionalmente.
¿Quién no ha sentido en algún momento de su vida que todo está patas arriba? ¿Trabajo, amigos, pareja, familia, salud? En ese momento cuando en tu vida reina el caos es el mejor momento para APRENDER cosas. Sin embargo en general el ser humano está tan concentrado en su mundo caótico, en lamentarse de su suerte y en desear que pase, que en muchos casos no se puede parar a pensar que le puede aportar el vivir dentro del caos. En ese momento solo pensamos, que pase, que pase rápido, que acabe la tormenta y vuelva mi paz. Pues, ¡bip, Error, bip! En este momento de caos, la vida me ha enseñado que lo mejor es aprender a vivir dentro del caos, sentir ese caos y convivir con él, cuanto antes aprendamos a movernos dentro de él, lo normalicemos y nos adaptemos a él, antes dejaremos de ver que hay caos e incluso podremos disfrutar de todo lo que el caos ofrece.
No sé si sois aficionados a los puzles o rompecabezas, o si habéis realizado alguno de muchas piezas en vuestra vida, la idea es utilizar la metáfora del puzle aplicada a la vida, ya que esta además de gustarme mucho me permite hacer un buen paralelismo con estas situaciones de caos que a veces se presentan en nuestras vidas
Ahora imaginad una mesa llena de piezas de igual tamaño, de igual forma y de iguales o diferentes colores y dibujos, un tablero de madera perfecto donde ir colocando cada una de estas piezas las cuales tienen un único y exclusivo lugar en ese tablero. La idea es visualizar que cada pieza de tu vida que está ahora descolocada se asemeja a esa pieza del puzle que hay que ir pensando en cómo colocar. He aquí el aprendizaje 2, para mí la verdadera clave no es cuantas piezas descolocadas tengamos, o si las piezas son de colores muy diferentes o muy similares, o si el tamaño de cada pieza es muy pequeño o muy grande, no importa cuánto de complejo sea nuestro puzle sino que mi idea al empezar a resolverlo al igual que cuando se presenta un momento de descoloque en la vida, es la disposición en la que yo misma me encuentro para afrontar la tarea y la actitud que consigo tener a lo largo de todo el proceso de colocación de estas piezas hasta conseguir que el puzle quede formado y las piezas colocadas en su lugar.
Siguiendo con la metáfora indicar que he conocido personas que refieren que hacer puzles les supone un reto y les ayuda a centrar la atención que tal vez tienen dispersa, que les permite conectarse con la actividad y relajarse y olvidarse de todo mientras disfrutan del reto sin importarles el tiempo que tarden en resolverlo, incluso algunos verbalizan que si no consiguen colocar una pieza buscan colaboración en otras personas cercanas para que la tarea sea colaborativa y más divertida. En este caso estas personas están viviendo la situación como un reto, como algo divertido, como algo con lo que disfrutar en solitario y/o acompañado, la actitud ante la resolución es ir aprendiendo y construyendo sin prisa pero sin pausa su obra de arte. Esto digamos que completa el aprendizaje del capítulo 1 donde ya veíamos que para conseguir llegar a un objetivo una de las cosas fundamentales es desarrollar la calma y la paciencia.
Por otro lado, ante esta misma tarea he encontrado personas que indican qué hacer puzles les angustia, les genera una gran ansiedad y que no resolverlo o no encontrar la pieza correcta les hace ponerse nerviosos y sentirse frustrados. Algunos me han referido que nunca han conseguido acabar un puzle y que es una actividad que no les divierte nada y les aporta muy poco.
Por hacer un paralelismo esto es similar a lo que nos ocurre a los humanos cuando nos enfrentamos a un momento donde nuestra vida se empeña en ponernos piezas complejas de tamaños y colores tan similares que parece un verdadero reto/problema poderlas ubicar. Como ocurre con la resolución del puzle tu como humano decides que tipo de afrontamiento quieres para los momentos complejos de tu vida y tu como capitán de ella también decides el tipo de actitud con la que piensas abordar el camino complejo que ahora toca vivir.
Según diversos estudios de psicología existen múltiples tipos de afrontamientos que pueden ser muy eficaces a la hora de resolver con éxito las diferentes situaciones que la vida nos plantea.
Casi todos estos estilos exitosos tienen en común el interés que tiene el sujeto en desarrollar un control moderado dentro de la situación o problema a resolver (afrontamiento centrado en el problema, afrontamiento activo, afrontamiento basado en un locus de control interno). Esto lo que significa es que la persona es consciente que hay cosas que están descolocadas y por ahora desubicadas y que hay que plantearse estrategias para poder colocarlas. Estas personas buscan soluciones, son activos ante las cosas y se centran en lo que está ocurriendo. No se angustian, no se ponen nerviosos, afrontan el reto, disfrutan en la medida de lo posible del camino y no se obsesionan con llegar a la meta. (Nuevamente observamos que se paran a hacer consciente lo que está ocurriendo y desarrollan una estrategia planteando un reto, buscando una solución disfrutando paso a paso sin presión por llegar a la solución). Sin embargo por otro lado nos encontramos con otros estilos de afrontamiento ante las situaciones de la vida que en psicología resultan ser menos exitosos para aquellos humanos que los utilizan. Son estilos centrados en la emoción, son afrontamientos menos activos que a veces se basan en conductas de huida o evitación (abandonan el puzle), o lo que se conoce con el nombre de afrontamientos centrados en un locus de control externo. En estos casos son seres humanos que la propia emoción ante la situación/problema/tarea los bloquea y esto les impide poder disfrutar del camino y también resolver la situación muchas veces con éxito.
Con respecto a la actitud también la psicología ha demostrado que incluso en caso de enfermedades importantes el cómo el paciente recorre el camino es fundamental para la curación del problema, se ha visto que cuanto mejor es la actitud ante la enfermedad el paciente no solo tiene menor número de ingresos hospitalarios sino que también necesita menor cantidad de medicación, si lo comparamos con otros pacientes cuya actitud ante la enfermedad no es tan favorable. Por tanto y enlazando con lo que ya veíamos en el aprendizaje número 1 parece que el cómo pensamos, el cómo nos sentimos y el cómo afrontamos las situaciones de nuestra vida es fundamental para la evolución de estas. Como en próximos aprendizajes veremos parece que los pensamientos, las emociones y las conductas van a ser palabras determinantes para nuestros aprendizajes.
Continuando con la metáfora del puzle y por seguir sacándole partido: Cada pieza es una de esas situaciones caóticas que ahora dominan vuestra vida, y que poco a poco día tras día iréis colocándolas y ajustando el puzle. El problema es que muchas veces nos empeñamos en colocar las fichas del puzle de una manera que a nosotros nos gustaría o de una manera que a nosotros nos iría bien, pero ese no es el sitio correcto de esa pieza y hay que dar marcha atrás y colocar/probar con otra pieza y en otro hueco hasta encontrar que encaje. Pues la vida y las situaciones de caos se pueden asemejar a ese puzle. Queremos resolverlas, queremos que pasen, queremos hacer mil cosas para acabar con nuestra angustia, con nuestro dolor o nuestro estrés, hacemos cosas a veces sin control y por ensayo y error en busca de la solución y aquí es donde hay que volver a recordar la lección 1 de la vida y decirnos a nosotros mismos “No pasa nada, no hay prisa” no te angusties porque eso ralentiza tus opciones de éxito y tomate tu tiempo para hacer el puzle, disfruta el ir colocando cada pieza, disfruta su ejecución, pieza a pieza, si ves que una no encaja, modifica algo y vuelvelo a intentar, a veces hay piezas que nos empeñamos que encajen en un puzle equivocado o en un día donde la pieza no tiene que encajar. Por ello, visualiza el caos, siente que eres capaz de vivir dentro del caos y que además disfrutas dentro de ese rompecabezas que no encaja, lentamente ve colocando cada pieza y recuerda que hay piezas que a veces no encajan porque son de otro puzle o ese día no les toca ser colocadas. Solo tienes que esperar, y sin impacientarse y sin angustiarse dejar que llegue el día donde casi sin darte cuenta habrás colocado todas las piezas del puzle de tu vida, porque tarde o temprano todo termina encajando, la clave es no precipitarse, no querer que las cosas pasen cuando no toca que pasen, espera, respira, visualiza que hoy no encajan, pero que no pasa nada que mañana seguirás trabajando y disfrutando en la colocación de las piezas del puzle de tu vida, pero no te empeñes en colocar ninguna pieza a presión porque romperás la pieza y así el puzle nunca encaja o no quedara tan bien hecho. Si quieres que las piezas del puzle de tu vida encajen y quieres que quede un buen puzle, la primera clave es disfrutar del reto de hacerlo encajar, la segunda ir despacio, paso a paso y la tercera no frustrarse cuando algo no sale bien. Así un día tras otro todo se irá colocando, y no digo que se coloque solo, digo que habrá días que coloques piezas que no pensabas colocar y habrá días que sientas que se dio fatal, en ambos casos debes pensar que todo el trabajo realizado es trabajo que te permite estar más tranquilo dentro de lo que tu pensabas que era un caos y llegará un día que simplemente sin darte cuenta habrás acabado el puzle y tendrás, probablemente un nuevo puzle preparado para empezar.
Recordar en PIEZA-APRENDIZAJE 2
PIEZAS: ACTITUD-AFRONTAMIENTO
APRENDER A DESARROLLAR NUEVOS ESTILOS DE AFRONTAMIENTO Y ACTITUDES
•APROVECHAR LOS MOMENTOS DE CAOS PARA APRENDER COSAS
•REFLEXIONAR SOBRE MIS TIPOS DE AFRONTAMIENTO ANTE LAS ADVERSIDADES
•REFLEXIONAR SOBRE MIS ACTITUDES ANTE LOS PROBLEMAS
•PENSAR SI MIS PENSAMIENTOS, EMOCIONES Y CONDUCTAS SON ADECUADOS ANTE LA SITUACIÓN
•APRENDER A DISFRUTAR DEL CAMINO SIN PENSAR EN CUÁNDO LLEGARÉ A META
•SER ACTIVO ANTE LOS PROCESOS DE CAMBIOS O CRISIS
•APRENDER A MANEJAR LA EMOCIÓN QUE SE GENERA CUANDO ALGO NO SALE COMO QUEREMOS (MANEJO DE LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN)
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