Книга Кровавая свадьба. Йерма. Дом Бернарды Альбы. Трилогия. Книга для чтения на испанском языке - читать онлайн бесплатно, автор Федерико Гарсиа Лорка. Cтраница 3
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Кровавая свадьба. Йерма. Дом Бернарды Альбы. Трилогия. Книга для чтения на испанском языке
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Кровавая свадьба. Йерма. Дом Бернарды Альбы. Трилогия. Книга для чтения на испанском языке

PADRE (alegre). Yo creo que tendrán de todo.

MADRE. Mi hijo la cubrirá bien. Es de buena simiente. Su padre pudo haber tenido conmigo muchos hijos.

PADRE. Lo que yo quisiera es que esto fuera cosa de un día. Que en seguida tuvieran dos o tres hombres.

MADRE. Pero no es así. Se tarda mucho. Por eso es tan terrible ver la sangre de una derramada por el suelo. Una fuente que corre un minuto y a nosotros nos ha costado años. Cuando yo llegué a ver a mi hijo, estaba tumbado en mitad de la calle. Me mojé las manos y me la lamí con la lengua. Porque era mía. Tú no sabes lo que es eso. En una custodia de cristal y topacios pondría la tierra empapada por ella.

PADRE. Ahora tienes que esperar. Mi hija es ancha y tu hijo es fuerte.

MADRE. Así espero.

(Se levantan.)

PADRE. Prepara las bandejas de trigo.

CRIADA. Están preparadas.

MUJER DE LEONARD (entrando). ¡Que sea para bien!

MADRE. Gracias.

LEONARDO. ¿Va a haber fiesta?

PADRE. Poca. La gente no puede entretenerse.

CRIADA. ¡Ya están aquí!

(Van entrando invitados en alegres grupos. Entran los novios cogidos del brazo. Sale LEONARDO.)

NOVIO. En ninguna boda se vio tanta gente.

NOVIA (sombría). En ninguna.

PADRE. Fue lucida.

MADRE. Ramas enteras de familias han venido.

NOVIO. Gente que no salía de su casa.

MADRE. Tu PADRE sembró mucho y ahora lo recoges tú.

NOVIO. Hubo primos míos que yo ya no conocía.

MADRE. Toda la gente de la costa.

NOVIO (alegre). Se espantaban de los caballos.

(Hablan.)

MADRE (a la NOVIA). ¿Qué piensas?

NOVIA. No pienso en nada.

MADRE. Las bendiciones pesan mucho.

(Se oyen guitarras.)

NOVIA. Como plomo.

MADRE (fuerte). Pero no han de pesar. Ligera como paloma debes ser.

NOVIA. ¿Se queda usted aquí esta noche?

MADRE. No. Mi casa está sola.

NOVIA. ¡Debía usted quedarse!

PADRE (a la MADRE). Mira el baile que tienen formado. Bailes de allá de la orilla del mar.

(Sale LEONARDO y se sienta. Su MUJER detrás de él en actitud rígida.)

MADRE. Son los primos de mi marido. Duros como piedras para la danza.

PADRE. Me alegra el verlos. ¡Qué cambio para esta casa! (Se va.)

NOVIO (a la NOVIA). ¿Te gustó el azahar?

NOVIA (mirándole fija). Sí.

NOVIO. Es todo de cera. Dura siempre. Me hubiera gustado que llevaras en todo el vestido.

NOVIA. No hace falta.

(Mutis de LEONARDO por la derecha.)

MUCHACHA 1ª. Vamos a quitarle los alfileres.

NOVIA (al NOVIO). Ahora vuelvo.

MUJER. ¡Que seas feliz con mi prima!

NOVIO. Tengo seguridad.

MUJER. Aquí los dos; sin salir nunca y a levantar la casa. ¡Ojalá yo viviera también así de lejos!

NOVIO. ¿Por qué no compráis tierras? El monte es barato y los hijos se crían mejor.

MUJER. No tenemos dinero. ¡Y con el camino que llevamos!

NOVIO. Tu marido es un buen trabajador.

MUJER. Sí, pero le gusta volar demasiado. Ir de una cosa a otra. No es hombre tranquilo.

CRIADA. ¿No tomáis nada? Te voy a envolver unos roscos de vino para tu madre, que a ella le gustan mucho.

NOVIO. Ponle tres docenas.

MUJER. No, no. Con media tiene bastante.

NOVIO. Un día es un día.

MUJER (a la CRIADA). ¿Y Leonardo?

CRIADA. No lo vi.

NOVIO. Debe estar con la gente.

MUJER. ¡Voy a ver! (Se va.)

CRIADA. Aquello está hermoso.

NOVIO. ¿Y tú no bailas?

CRIADA. No hay quien me saque.

(Pasan al fondo dos MUCHACHAS; durante todo este acto el fondo será un animado cruce de figuras.)

NOVIO (alegre). Eso se llama no entender. Las viejas frescas como tú bailan mejor que las jóvenes.

CRIADA. Pero ¿vas a echarme requiebros, niño? ¡Qué familia la tuya! ¡Machos entre los machos! Siendo niña vi la boda de tu abuelo. ¡Qué figura! Parecía como si se casara un monte.

NOVIO. Yo tengo menos estatura.

CRIADA. Pero el mismo brillo en los ojos. ¿Y la niña?

NOVIO. Quitándose la toca.

CRIADA. ¡Ah! Mira. Para la media noche, como no dormiréis, os he preparado jamón, y unas copas grandes de vino antiguo. En la parte baja de la alacena. Por si lo necesitáis.

NOVIO (sonriente). No como a media noche.

CRIADA (con malicia). Si tú no, la novia. (Se va.)

MOZO 1º (entrando). ¡Tienes que beber con nosotros!

NOVIO. Estoy esperando a la novia.

MOZO 2º. Ya la tendrás en la madrugada!

MOZO 1º. ¡Que es cuando más gusta!

MOZO 2º. Un momento.

NOVIO. Vamos.

(Salen. Se oye gran algazara. Sale la NOVIA. Por el lado opuesto salen dos MUCHACHAS corriendo a encontrarla.)

MUCHACHA 1ª. ¿A quién diste el primer alfiler, a mí, o a ésta?

NOVIA. No me acuerdo.

MUCHACHA 1ª. A mí me lo diste aquí.

MUCHACHA 2ª. A mí delante del altar.

NOVIA (inquieta y con una gran lucha interior). No sé nada.

MUCHACHA 1ª. Es que yo quisiera que tú…

NOVIA (interrumpiendo). Ni me importa. Tengo mucho que pensar.

MUCHACHA 2ª. Perdona.

(LEONARDO cruza el fondo.)

NOVIA (ve a LEONARDO). Y estos momentos son agitados.

MUCHACHA 1ª. ¡Nosotras no sabemos nada!

NOVIA. Ya lo sabréis cuando os llegue la hora. Estos pasos son pasos que cuestan mucho.

MUCHACHA 1ª. ¿Te ha disgustado?

NOVIA. No. Perdonad vosotras.

MUCHACHA 2ª. ¿De qué? Pero los dos alfileres sirven para casarse, ¿verdad?

NOVIA. Los dos.

MUCHACHA 1ª. Ahora que una se casa antes que otra.

NOVIA. ¿Tantas ganas tenéis?

MUCHACHA 2ª (vergonzosa). Sí.

NOVIA. ¿Para qué?

MUCHACHA 1ª. Pues… (Abrazando a la segunda.)

(Echan a correr las dos. Llega el NOVIO y muy despacio abraza a la NOVIA por detrás.)

NOVIA (con gran sobresalto). ¡Quita!

NOVIO. ¿Te asustas de mí?

NOVIA. ¡Ay! ¿Eras tú?

NOVIO. ¿Quién iba a ser? (Pausa.) Tu padre o yo.

NOVIA. ¡Es verdad!

NOVIO. Ahora que tu padre te hubiera abrazado más blando.

NOVIA (sombría). ¡Claro!

NOVIO. Porque es viejo. (La abraza fuertemente de modo un poco brusco.)

NOVIA (seca). ¡Déjame!

NOVIO. ¿Por qué? (La deja.)

NOVIA. Pues… la gente. Pueden vernos.

(Vuelve a cruzar el fondo la CRIADA, que no mira a los novios.)

NOVIO. ¿Y qué? Ya es sagrado.

NOVIA. Sí, pero déjame… Luego.

NOVIO. ¿Qué tienes? ¡Estás como asustada!

NOVIA. No tengo nada. No te vayas.

(Sale la MUJER de LEONARDO.)

MUJER. No quiero interrumpir.

NOVIO. Dime.

MUJER. ¿Pasó por aquí mi marido?

NOVIO. No.

MUJER. Es que no lo encuentro, y el caballo no está tampoco en el establo.

NOVIO (alegre). Debe estar dándole una carrera.

(Se va la MUJER inquieta. Sale la CRIADA.)

CRIADA. ¿No andáis satisfechos de tanto saludo?

NOVIO. Ya estoy deseando que esto acabe. La novia está un poco cansada.

CRIADA. ¿Qué es eso, niña?

NOVIA. ¡Tengo como un golpe en las sienes!

CRIADA. Una novia de estos montes debe ser fuerte. (Al NOVIO.) Tú eres el único que la puedes curar, porque tuya es. (Sale corriendo.)

NOVIO (abrazándola). Vamos un rato al baile. (La besa.)

NOVIA (angustiada). No. Quisiera echarme en la cama un poco.

NOVIO. Yo te haré compañía.

NOVIA. ¡Nunca! ¿Con toda la gente aquí? ¿Qué dirían? Déjame sosegar un momento.

NOVIO. ¡Lo que quieras! ¡Pero no estés así por la noche!

NOVIA (en la puerta). A la noche estaré mejor.

NOVIO. ¡Que es lo que yo quiero!

(Aparece la MADRE.)

MADRE. Hijo.

NOVIO. ¿Dónde anda usted?

MADRE. En todo ese ruido. ¿Estás contento?

NOVIO. Sí.

MADRE. ¿Y tu MUJER?

NOVIO. Descansa un poco. ¡Mal día para las novias!

MADRE. ¿Mal día? El único bueno. Para mí fue como una herencia.

(Entra la CRIADA y se dirige al cuarto de la NOVIA.)

Es la roturación de las tierras, la plantación de árboles nuevos.

NOVIO. ¿Usted se va a ir?

MADRE. Sí. Yo tengo que estar en mi casa.

NOVIO. Sola.

MADRE. Sola no. Que tengo la cabeza llena de cosas y de hombres y de luchas.

NOVIO. Pero luchas que ya no son luchas.

(Sale la CRIADA rápidamente; desaparece corriendo por el fondo.)

MADRE. Mientras una vive, lucha.

NOVIO. ¡Siempre la obedezco!

MADRE. Con tu mujer procura estar cariñoso, y si la notas infatuada o arisca, hazle una caricia que le produzca un poco de daño, un abrazo fuerte, un mordisco y luego un beso suave. Que ella no pueda disgustarse, pero que sienta que tú eres el macho, el amo, el que mandas. Así aprendí de tu padre. Y como no lo tienes, tengo que ser yo la que te enseñe estas fortalezas.

NOVIO. Yo siempre haré lo que usted mande.

PADRE (entrando). ¿Y mi hija?

NOVIO. Está dentro.

MUCHACHA 1ª. ¡Vengan los novios, que vamos a bailar la rueda!

MOZO 1º (al NOVIO). Tú la vas a dirigir.

PADRE (saliendo). ¡Aquí no está!

NOVIO. ¿No?

PADRE. Debe haber subido a la baranda.

NOVIO. ¡Voy a ver! (Entra.)

(Se oye algazara y guitarras.)

MUCHACHA 1ª. ¡Ya han empezado! (Sale.)

NOVIO (saliendo). No está.

MADRE (inquieta). ¿No?

PADRE. ¿Y a dónde pudo haber ido?

CRIADA (entrando). ¿Y la niña, dónde está?

MADRE (seria). No lo sabemos.

(Sale el NOVIO. Entran tres invitados.)

PADRE (dramático). Pero, ¿no está en el baile?

CRIADA. En el baile no está.

PADRE (con arranque). Hay mucha gente. ¡Mirad!

CRIADA. ¡Ya he mirado!

PADRE (trágico). ¿Pues dónde está?

NOVIO (entrando). Nada. En ningún sitio.

MADRE (al PADRE). ¿Qué es esto? ¿Dónde está tu hija?

(Entra la MUJER de LEONARDO.)

MUJER. ¡Han huido! ¡Han huido! Ella y Leonardo. En el caballo. ¡Iban abrazados, como una exhalación!

PADRE. ¡No es verdad! ¡Mi hija, no!

MADRE. ¡Tu hija, sí! Planta de mala madre y él, también él. ¡Pero ya es la mujer de mi hijo!

NOVIO (entrando). ¡Vamos detrás! ¿Quién tiene un caballo?

MADRE. ¿Quién tiene un caballo ahora mismo, quién tiene un caballo?, que le daré todo lo que tengo, mis ojos y hasta mi lengua…

VOZ. Aquí hay uno.

MADRE (al HIJO). ¡Anda! ¡Detrás!

(Sale con dos mozos.)

No. No vayas. Esa gente mata pronto y bien…; ¡pero sí, corre, y yo detrás!

PADRE. No será ella. Quizá se haya tirado al aljibe.

MADRE. Al agua se tiran las honradas, las limpias; ¡ésa, no! Pero ya es mujer de mi hijo. Dos bandos. Aquí hay ya dos bandos.

(Entran todos.)

Mi familia y la tuya. Salid todos de aquí. Limpiarse el polvo de los zapatos. Vamos a ayudar a mi hijo.

(La gente se separa en dos grupos.)

Porque tiene gente; que son sus primos del mar y todos los que llegan de tierra adentro. ¡Fuera de aquí! Por todos los caminos. Ha llegado otra vez la hora de la sangre. Dos bandos. Tú con el tuyo y yo con el mío. ¡Atrás! ¡Atrás!

(Telón.)

ACTO TERCERO

CUADRO PRIMERO

Bosque. Es de noche. Grandes troncos húmedos. Ambiente oscuro. Se oyen dos violines. Salen tres LEÑADORES.

LEÑADOR 1º. ¿Y los han encontrado?

LEÑADOR 2º. No. Pero los buscan por todas partes.

LEÑADOR 3º. Ya darán con ellos.

LEÑADOR 2º. ¡Chissss!

LEÑADOR 3º. ¿Qué?

LEÑADOR 2º. Parece que se acercan por todos los caminos a la vez.

LEÑADOR 1º. Cuando salga la luna los verán.

LEÑADOR 2º. Debían dejarlos.

LEÑADOR 1º. El mundo es grande. Todos pueden vivir en él.

LEÑADOR 3º. Pero los matarán.

LEÑADOR 2º. Hay que seguir la inclinación; han hecho bien en huir.

LEÑADOR 1º. Se estaban engañando uno a otro y al fin la sangre pudo más.

LEÑADOR 3º. ¡La sangre!

LEÑADOR 1º. Hay que seguir el camino de la sangre.

LEÑADOR 2º. Pero sangre que ve la luz se la bebe la tierra.

LEÑADOR 1º. ¿Y qué? Vale más ser muerto desangrado que vivo con ella podrida.

LEÑADOR 3º. Callar.

LEÑADOR 1º. ¿Qué? ¿Oyes algo?

LEÑADOR 3º. Oigo los grillos, las ranas, el acecho de la noche.

LEÑADOR 1º. Pero el caballo no se siente.

LEÑADOR 3º. No.

LEÑADOR 1º. Ahora la estará queriendo.

LEÑADOR 2º. El cuerpo de ella era para él y el cuerpo de él para ella.

LEÑADOR 3º. Los buscarán y los matarán.

LEÑADOR 1º. Pero ya habrán mezclado sus sangres y serán como dos cántaros vacíos, como dos arroyos secos.

LEÑADOR 2º. Hay muchas nubes y será fácil que la luna no salga.

LEÑADOR 3º. El novio los encontrará con luna o sin luna. Yo lo vi salir. Como una estrella furiosa. La cara color ceniza. Expresaba el sino de su casta.

LEÑADOR 1º. Su casta de muertos en mitad de la calle.

LEÑADOR 2º. ¡Eso es!

LEÑADOR 3º. ¿Crees que ellos lograrán romper el cerco?

LEÑADOR 2º. Es difícil. Hay cuchillos y escopetas a diez leguas a la redonda.

LEÑADOR 3º. Él lleva un buen caballo.

LEÑADOR 2º. Pero lleva una mujer.

LEÑADOR 1º. Ya estamos cerca.

LEÑADOR 2º. Un árbol de cuarenta ramas. Lo cortaremos pronto.

LEÑADOR 3º. Ahora sale la luna. Vamos a darnos prisa.

(Por la izquierda surge una claridad.)

LEÑADOR 1º.

¡Ay luna que sales!Luna de las hojas grandes.

LEÑADOR 2º.

¡Llena de jazmines la sangre!

LEÑADOR 1º.

¡Ay luna sola!¡Luna de las verdes hojas!

LEÑADOR 2º.

Plata en la cara de la novia.

LEÑADOR 3º.

¡Ay luna mala!Deja para el amor la oscura rama.

LEÑADOR 1º.

¡Ay triste luna!¡Deja para el amor la rama oscura!(Salen. Por la claridad de la izquierda aparece la LUNA. La LUNA es un leñador joven con la cara blanca. La escena adquiere un vivo resplandor azul.)

LUNA.

Cisne redondo en el río,ojo de las catedrales,alba fingida en las hojassoy; ¡no podrán escaparse!¿Quién se oculta? ¿Quién sollozapor la maleza del valle?La luna deja un cuchilloabandonado en el aire,que siendo acecho de plomoquiere ser dolor de sangre.¡Dejadme entrar! ¡Vengo heladapor paredes y cristales!¡Abrir tejados y pechosdonde pueda calentarme!¡Tengo frío! Mis cenizasde soñolientos metales,buscan la cresta del fuegopor los montes y las calles.Pero me lleva la nievesobre su espalda de jaspe,y me anega, dura y fría,el agua de los estanques.Pues esta noche tendránmis mejillas roja sangre,y los juncos agrupadosen los anchos pies del aire.¡No haya sombra ni emboscada,que no puedan escaparse!¡Que quiero entrar en un pechopara poder calentarme!¡Un corazón para mí!¡Caliente!, que se derramepor los montes de mi pecho;dejadme entrar, ¡ay, dejadme!(A las ramas.)No quiero sombras. Mis rayoshan de entrar en todas partes,y haya en los troncos oscurosun rumor de claridades,para que esta noche tenganmis mejillas dulce sangre,y los juncos agrupadosen los anchos pies del aire.¿Quién se oculta? ¡Afuera digo!¡No! ¡No podrán escaparse!Yo haré lucir al caballouna fiebre de diamante.(Desaparece entre los troncos, y vuelve la escena a su luz oscura. Sale una anciana totalmente cubierta por tenues paños verdeoscuro. Lleva los pies descalzos. Apenas si se le verá el rostro entre los pliegues. Este personaje no figura en el reparto.

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